Desembre 24, 2024

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Placa León-AlbertiL’Ajuntament d’Eivissa ha instal·lat una placa a la façana lateral al bar La estrella, al Port d’Eivissa, que fa referència a l'estada de Maria Teresa León i Rafael Alberti a Eivissa ara fa 85 anys. Varen arribar el 28 de juny per passar unes llargues vacances i el colp d'Estat i l'esclat de la Guerra els va agafar aquí.

Primer varen viure a la casa del molí de na Secorrada, on l’Ajuntament d’Eivissa va posar un monòlit davant el molí amb un text de les memòries de Maria Teresa León.
La placa, realitzada pel ceramista Toniet, és perquè allí hi varen passar moltes estones compartint converses amb els amics que varen fer l’illa com Justo Tur, Escandell i altres persones de la ciutat.

La placa recull unes línies que fan referència al bar. El text que porta és el següent:

A final de juny de 1936 els escriptors Maria Teresa León i Rafael Alberti arribaren a Eivissa per passar un llarg període de vacances. Tres setmanes després els va sorprendre a l'illa el colp d'Estat militar que acabà amb la II República, i l'esclat de la Guerra Civil. Anys després, Maria Teresa León rememorava en les seues memòries aquelles setmanes intenses, les amistats fetes i les converses al bar l'Estrella:

'... ¡Adiós, Pau! ¡Adiós, Escandell! ¡Adiós, Justo Tur! Adiós, adorable isla pequeña de Astarté! Nos vamos, pero mucho hemos de hablar de ti, hermosa entre las hermosas... Tenemos que sentarnos en el café de la Estrella -¿Verdad, Pau? ¿Verdad, Escandell?- mirarnos, recordar...".
Memoria de la melancolía / María Teresa León

L'Ajuntament d'Eivissa en el 85è aniversari d'aquella estada.

Altres parts de les memòries de Maria Teresa León parlant d'aquell estiu diuen així:

'... Tiempos crueles para la isla que obligaron a los ibicencos a armarse para una guerra de represalia. El último valiente tiene una estatua -que es veu des del bar Estrella-. Es el capitán Riquer. Lo conocen todos los niños de la Isla. Venció al pirata gibraltarino que pirateaba con bandera inglesa -que raro¡- en 1806. ...

Nos vamos, pero mucho hemos de hablar de tí, hermosa entre las hermosas. Volveremos a mirar tus ovejas bañándose en la madrugada y las tumbas cartaginesas cubiertas de alcaparras floridas y las retamas y las redes que los pescadores sacan tan plateadas por sus ánforas griegas cubiertas de moluscos. Tenemos que volver a mirar a las muchachas ibicencas y a envidiarles sus collares; tenemos que besar a las viejecitas con sus husos en la cintura y a aquella madre con su hija que nos dejaba robar uvas para nuestra hambre... Tenemos que sentarnos en el café de la Estrella -Verdad Pau? ¿Verdad, Escandell?-, mirarnos, recordar y mezclar aquel cuplet que oíamos: Que tengo sangre gitana - en la palma de la mano- a la Internacional que confidencialmente cantábamos…'

Un altre paràgraf que també parla del bar La Estrella al llibre de memòries de Maria Teresa:

'...Le habíamos conocido (a Pau), con el estudiante Justo Tur, en el bar de la Estrella, donde funcionaba una radio casi clandestina, mientras el dueño, emigrado alemán, hacía marchar hacia la calle el altavoz lleno de cuplets: 'Que tengo sangre gitana, en la palmita de la mano...

...Tiempos crueles para la isla que obligaron a los ibicencos a armarse para una guerra de represalia. El último valiente tiene una estatua -que es veu des del bar Estrella-. Es el capitan Riquer. Lo conocen todos los niños de la Isla. Venció al pirata gibraltarino que pirateaba con bandera inglesa -que raro¡- en 1806. ...

Nos vamos, pero mucho hemos de hablar de tí, hermosa entre las hermosas. Volveremos a mirar tus ovejas bañándose en la madrugada y las tumbas cartaginesas cubiertas de alcaparras floridas y las retamas y las redes que los pescadores sacan tan plateadas por sus ánforas griegas cubiertas de moluscos.

Tenemos que volver a mirar a las muchachas ibicencas y a envidiarles sus collares; tenemos que besar a las viejecitas con sus husos en la cintura y a aquella madre con su hija que nos dejaba robar uvas para nuestra hambre... Tenemos que sentarnos en el café de la Estrella -Verdad Pau? ¿Verdad, Escandell?-, mirarnos, recordar y mezclar aquel cuplet que oíamos: Que tengo sangre gitana - en la palma de la mano- a la Internacional que confidencialmente cantábamos…'.

Wpp