El Ayuntamiento d'Eivissa ha dado nombre en dos espacios de Dalt Vila, las dos en la parte posterior del Ayuntamiento y el Convento mirando en el mar: son la plaza dels Agermanats y la plaza del San Crist del Cementeri (esta, a propuesta de la cofradía del San Crist del Cementeri).
En los dos casos su ubicación está ligada a la historia de Ibiza: la primera conmemora unos hechos ocurridos hace 500 años y la segunda recoge una antigua tradición hacia la devoción popular de vecinos y marineros que ha sido recogida por Enric Fajarnés Tur y Jorge Demerson entre otros historiadores. Desde la nueva plaza dels Agermanats se puede contemplar la punta de los Andreus y la zona de Talamanca donde tuvo lugar la batalla entre los agermanats y los partidarios del virrey de Mallorca Miguel de Gurrea y la plaza del San Crist del Cementeri da a la parte posterior de la capilla del mismo nombre.
Sobre la Plaza dels Agermanats, la directora del Archivo Histórico de Ibiza y Formentera recuerda que hace 500 años de la revuelta popular que también tuvo Ibiza como escenario. En medio de una situación crítica para las islas a causa de la inseguridad y de la carencia de víveres, un barco ibicenco burló el bloqueo de las galiotes turcas que tenían asediada la isla para ir a Mallorca y pedir ayuda a sus jurados. Ya en una de las cartas enviadas a Ciudad años antes, los jurados ibicencos aseguraban que nuestra isla se encontraba en una situación crítica
«aquesta vostra illa, en la part furana, per destruida y despoblada per les moltes fustes de moros, turchs e infaels que de cada dia nos infesten e cativan». Joanot Colom, el jefe de los agermanats, pidió que se ayudara los ibicencos, pero ante la carencia de respuesta positiva de los jurados mallorquines y actuante por su cuenta, ordenó que enviasen un cargamento de trigo y seiscientas libras para los habitantes de la plaza de Yviça. El historiador Fajarnés Tur destacó el gesto de Colom y aseguró que se tenía que considerar como un acto de generosidad que lo enaltecía, «incitador del beneficio común y principal de la conjuración popular». “Tal vez sin esta ayuda la historia de Ibiza hubiera sido diferente: la rotura del bloqueo y la ayuda recibida hicieron que los argelinos desistieran de su proyecto de hacerse con la plaza d'Eivissa”, ha considerado la directora del Archivo Histórico de Ibiza y Formentera, Fanny Tur.
En cuanto a la Plaza-Mirador del San Crist del Cementeri (a propuesta de la cofradía), la directora del Archivo Histórico de Ibiza y Formentera explica que el San Crist del Cementeri se ha venerado por vecinos y marineros desde muy antiguo. La tradición oral le ha adjudicado, como también lo ha hecho con Santo Roc, la protección de la población isleña ante los numerosos contagios y epidemias que amenazaron el Mediterráneo durando siglos y de los cuales Ibiza se libró en muchos de casos. Tal como recoge Jorge Demerson a Las iglesias de Ibiza, «… hasta hace un siglo, en la entrada o salida del puerto los barcos la saludaban cono su bandera o un cañonazo».
Por lo tanto, a partir de ahora, la ronda de Fratí empezará su trazado a partir de estas dos plazoletas que recogen hechos ligados a la historia de Ibiza.