El Ayuntamiento de Eivissa inicia una campaña para informar sobre el servicio de 'A Peu a l'Escola', de acompañamiento al alumnado en su trayecto caminando a los colegios de sa Bodega y sa Graduada.
El Ayuntamiento de Eivissa ha iniciado esta semana una campaña para informar a las madres y padres de los escolares de los colegios de sa Bodega y sa Graduada, del servicio municipal de acompañamiento 'A Peu a l'Escola' para las rutas escolares 2 y 3 que facilita ir andando a los centros educativos.
El servicio ya funcionaba con las rutas que van a los centros de sa Real, la Consolación, Cas Serres, Poeta Villangómez y Portal Nou. Los caminos escolares están cofinanciados por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
El concejal de Movilidad, Aitor Morràs ha señalado que 'el objetivo de esta iniciativa es que las familias conozcan el servicio y también apoyarlos y ayudarles a inscribir a sus hijas e hijos. Se trata de un servicio gratuito que además de este servicio de acompañamiento que permite a los padres dejar a los niños y niñas con los monitores y monitoras que son los que los trasladan a los colegios, pretende fomentar entre los más pequeños otra forma de moverse en su ciudad, más sostenible y respetuosa con el medio ambiente'.
Las mesas informativas están instaladas hoy a las puertas del colegio de sa Bodega, en horario de entrada y salida de los estudiantes. Mañana viernes y el lunes 8 de marzo, los informadores estarán en el centro de sa Graduada.
El proyecto 'A Peu a l'Escola' está abierto a todo el alumnado de primaria del alumnado de los colegios con rutas escolares establecidas y facilita a madres y padres de los estudiantes un seguimiento de los recorridos del trayecto de sus hijos y hijas, acompañados por una persona adulta, a través de una aplicación móvil. Las rutas escolares ya en funcionamiento han recibido muy buena acogida, contando durante este curso con la participación de 38 niños que lo utilizan.
El programa de Rutas Escolares busca favorecer la seguridad en las entradas y salidas de las escuelas, evitando que sean unos momentos de conflicto urbano debido a la congestión vial en los accesos a los centros. Además, con la reducción del tráfico, busca una mejora del medio ambiente reduciendo la contaminación atmosférica y fomenta los hábitos de vida saludable.
Para los niños y las niñas se plantea como una experiencia que mejora la convivencia y fomenta los comportamientos respetuosos y también su autonomía, a la vez que aprenden a ver la importancia del urbanismo y la seguridad vial.