Esta mañana se ha presentado la finalización de las obras de reforma, rehabilitación y urbanización de las calles Soledad y calle Hospital, dentro del recinto de Dalt Vila. El promotor de esta obra ha sido el Consorcio Eivissa Patrimonio de la Humanidad -conformado por Ayuntamiento de Eivissa, Consell Insular de Eivissa y Gobierno Balear- los trabajos se iniciaron en marzo del año 2018 y han tenido un presupuesto total de 184.981,34 euros.
Los trabajos se han desarrollado en un área total de 364 metros cuadrados y han consistido en la pavimentación de estas calles y de una pequeña plaza irregular que se encontraba en mal estado. La reforma se ha realizado con piedra natural de San Vicente y guijarros, dibujando la forma de espina de pescado que es la característica del empedrado de las calles de Dalt Vila. En el caso de la calle Hospital, que estaba muy deteriorado, se han eliminado las vegetaciones que habían crecido, se ha dignificado el espacio y, en algunos tramos, se ha recuperado la pavimentación anterior. También se han eliminado las barreras arquitectónicas de la zona.
Las calles donde se ha actuado circulan en paralelo a la calle Mayor -que conduce a la Catedral- y, siguiendo un trazado sinuoso y colindante con el antiguo castillo, une la plaza de la Catedral con la calle Mayor, a la altura del Museo Puget. "Son unas calles muy peculiares y característicos, que poca gente conoce, y por eso invitamos tanto a los ibicencos como a los visitantes a que vengan a pasear y conocer este espacio", ha comentado la alcaldesa accidental de Eivissa, Elena López, quien ha destacado el papel del Consorcio Eivissa patrimonio de la Humanidad: "la colaboración entre administraciones nos permite continuar con la línea de invertir en rehabilitar el patrimonio, de forma que nuestro núcleo histórico esté cada vez mejor".
Durante la visita, la arqueóloga del Ayuntamiento de Eivissa, Rosa Gurrea, ha recordado la importancia que tuvo durante la época medieval la calle de la Soledad, que entonces se llamaba calle de la Almudaina: "estaba junto al castillo y el palacio episcopal. Era una zona céntrica de la antigua ciudad que, cuando se construyeron las murallas renacentistas quedó algo hundida, lo que provocó que se colmatase con nuevos pavimentos que se superpusieron".
Aprovechando la obra, se ha renovado también la totalidad del mobiliario urbano y las instalaciones e infraestructuras de saneamiento y alcantarillado, la evacuación de residuales y pluviales, se ha renovado el sistema abastecimiento de agua así como la red de electricidad y telecomunicaciones. Dentro del programa de embellecimiento del espacio urbano todas las redes se han enterrado y, desde la primera curva de la calle Soledad y hasta el final de la calle Hospital, también se han eliminado los cables eléctricos en superficie.
Al acto de esta mañana han asistido la alcaldesa accidental de Eivissa, Elena López, el concejal de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Eivissa, Pep Tur, el director insular de Cultura del Consell de Eivissa, Miquel Costa, y la delegada de Educación del Gobierno Balear en Eivissa, Margarita Ferrer. También han asistido la arquitecta del proyecto, Amelia Molina, la arqueóloga municipal Rosa Gurrea, y el técnico municipal de Patrimonio, Óscar del Rincón.