Talamanca es una bahía protegida con una playa que con sus 900 m de longitud la hacen la más larga del municipio de Eivissa. La playa es la continuación y culminación de la zona húmeda de ses Feixes de Talamanca o del Prat de ses Monges. La zona había formado parte de la bahía de Eivissa hasta principios del siglo XX.
Los primeros equipamientos turísticos:
El año 1934, el arquitecto Erwin Broner diseña y construye un establecimiento de baños para la playa de Talamanca, ejemplo de la primera arquitectura contemporánea en la isla. El año siguiente se acaba de construir y se anuncia en la prensa local el Café-Bar Talamanca, donde tenían lugar verbenas y rifas. El precio de la entrada era de una peseta para los hombres y gratuito para las mujeres. La frecuencia de las barcas que hacían el tramo puerto de Vila-playa de Talamanca en esa época era cada hora.
El 15 de julio del año 1950 se inaugura el balneario que poco tiempo después se convertiría en el hostal Talamanca.
El lugar inspiró el escritor y filósofo rumano radicado en Francia, Emil Cioran, su obra "Cuaderno de Talamanca", que recoge sus reflexiones e impresiones durante la estancia que hizo entre el 31 de julio y el 25 de agosto de 1966. Él tenía el proyecto de escribir "La noche de Talamanca", a pesar de que no lo llegó a hacer.
“24 de agosto. Talamanca. Ir una última vez a contemplar el molino al atardecer. Nadie en los alrededores. Silencio. El cielo y el mar. Ibiza enfrente...”